Moda Antigua

La Influencia De La Reina Victoria En El Vestido De Novia Blanco

Con 21 años, la Reina Victoria del Reino Unido contrajo matrimonio con el Príncipe Albert en 1840, llevando un vestido de satén blanco y que daría inicio a una de las tendencias nupciales más populares. En este artículo, vamos a hablar de todo lo que hubo detrás de este vestido, diseño, detalles, estilo, influencia y cómo se fue propagando poco a poco hasta convertirse en la tendencia que conocemos hoy en día.

Retrato de la Reina Victoria en el día de su boda por Franz Xaver Winterhalter (1847)


El verdadero origen del vestido de novia blanco

La tradición del vestido de novia blanco se le atribuye a la Reina Victoria, pero antes de ella, Mary I de Escocia también lució un vestido de novia blanco en 1558 cuando se casó con su primer marido, François II de Francia. Su vestido estaba hecho de seda, bordados y detalles en oro, considerándose una elección audaz, inusual y llena de simbolismo.

En el siglo XVI, el blanco no era un color común para los vestidos de novia, incluso se asociaba con el luto en la Corte Francesa, pero Mary lo eligió como símbolo de pureza e inocencia.

Posible retrato de Mary I de Escocia en el día de su boda por François Clouet (1558)

Por lo general, las novias Reales usaban vestidos de novia de diferentes tonos, siendo el rojo uno de los más populares. Mientras que los vestidos blancos estaban reservados para las mujeres que se presentaban por primera vez en la corte de la Era Medieval.

Una pareja medieval en el día de su boda por Ulmer Meister (1470)

Para quienes no pertenecían a la Realeza, cualquier tipo de prenda blanca se consideraba poco práctica por varias razones, como por ejemplo: los altos costos de los textiles, la mano de obra, su mantenimiento y que eran prendas que no se podían reutilizar y llevar en otras ocasiones.

Cuando la mujer promedio compraba un vestido de novia nuevo, no lo usaba una sola vez, sino muchas veces. El color gris era uno de los favoritos, ya que era apropiado tanto para casarse como para el luto.

Una boda Cuáquera por Joseph Walter West (1899)


El día de la boda de la Reina Victoria

El 10 de febrero de 1840, la Reina Victoria contrajo nupcias con su primo hermano el Príncipe Albert de Saxe-Coburg y Gotha, haciendo sus votos como esposa y no en su papel de monarca, ya que quería hacer ver que su asociación era por amor y no por política. Este gesto romántico y la noción de una Reina como una novia inocente y adoradora, captaron la atención del público.

Según los diarios de la Reina Victoria, este evento se convirtió en el día más feliz de su vida.

Ceremonia en el Palacio St James’s(1840) – Fuente: Alamy

La ceremonia fue en el Palacio St. James y el banquete de bodas se celebró en el Palacio de Buckingham, donde asistieron invitados de ambas familias Reales y algunos miembros de la nobleza. La capilla fue adornada con flores blancas y el palacio tenía tapices reales, alfombras rojas y candelabros, todo fue muy íntimo y sobrio, reflejando el estilo de la Reina Victoria.

Serie de televisión «Victoria« (2017-) – Fuente: ITV


Diseño del vestido de la Reina Victoria

El vestido tenía la clásica silueta de los vestidos de novia en Occidente, que destacaba por una cintura estrecha, una amplia cola y un largo velo. Estaba hecho de satén de seda blanco con un borde de flores de azahar (símbolo de virtud y fertilidad) y volantes de encaje de Honiton en cuello y mangas hechos a mano sobre una red de algodón hecha a maquina.

El encaje fue diseñado por William Dyce, director de la Escuela de Diseño del Gobierno (más tarde conocida como Royal College of Art) y el vestido fue hecho por Mary Bettans.

Recreación en foto de la ceremonia nupcial de la Reina Victoria y el Príncipe Albert 14 años después (1854) – Fuente: Roger Fenton/Getty Images

Las mangas eran cortas y abullonadas, junto con una cintura puntiaguda en forma de V profunda, similar a la forma del corsé. Además, la falda era de pliegues y muy ancha, llegaba hasta el suelo y tenía casi 6 metros de largo.

Absolutamente todo fue hecho con materiales británicos, ayudando a impulsar las industrias textiles que estaban en decadencia durante esa época.

Los detalles del vestido de novia de la Reina Victoria – Fuentes: Royal Collection Trust y Getty Images


Complementos del vestido

En cuanto a los complementos, podemos encontrar una corona de flores hecha también con flores de azahar, un collar y unos pendientes de diamantes turcos que le regaló el Sultán de Turquía, un broche de zafiro y diamantes que le había regalado el Príncipe Albert un día antes de la boda y unas zapatillas blancas que combinaban con el vestido.

Complementos originales usados por la Reina Victoria – Fuentes: Northampton Museums y Royal Collection Trust


Influencia después de la boda y popularización

Los vestidos blancos no eran populares, ya que mantener un vestido blanco después de usarlo era extremadamente difícil, pero después de la boda de la Reina Victoria, otros líderes europeos siguieron su ejemplo con vestidos llamativamente lujosos y que dieron mucho de qué hablar. Gracias a esto, los vestidos de novia blancos ganaron popularidad en todas las bodas y adquirieron un nuevo simbolismo que generaba pureza, inocencia y riqueza.

Las artesanas de encaje de toda Inglaterra y Europa estaban encantadas con el repentino aumento de la popularidad de su trabajo.

Una boda victoriana con la novia, el novio, las damas de honor y la niña de las flores – Fuente: Alamy

El ideal visual de la novia vestida de blanco puro se difundió rápidamente, en gran medida debido al auge de los medios impresos que vendían una imagen que reflejaba pureza y decoro romántico. Además, el ahora popular color blanco en los vestidos de novia, salía muy bien en las fotos sepia y a blanco y negro.

Florence Faithfull junto a su hermana Lilian Faithful en el día de su boda – Fuente: National Museum Australia

A pesar de que el blanco había sido una elección poco común para los vestidos de novia antes de la boda de la Reina Victoria y que no fue elegido por la mayoría de las novias hasta décadas después, la revista Godey’s Lady’s Book afirmaba incorrectamente que los vestidos de novia blancos eran una antigua costumbre que reflejaba la virginidad de la novia. Esta era una de las frases que usaban para promocionarlos: «Desde los primeros tiempos, la costumbre ha decidido que el blanco es el tono más apropiado, sea cual sea el material, ya que es un emblema de la pureza, la inocencia de la niñez y del corazón inmaculado que ahora se entrega al elegido«.

Revista Godey’s Lady’s Book de noviembre 1869 – Fuentes: Biblio y Honey Bee Mill Books


Los vestidos de novia en la actualidad

Hoy en día, las novias suelen seleccionar su vestido de novia basado más en las tendencias de moda actuales, que en su simbolismo. Dicho esto, los vestidos suelen ser de una gran variedad de colores, en especial tonalidades claras, junto a siluetas y diseños de todo tipo.

Cuando una novia moderna elige un vestido de novia blanco, se podría decir que está aspirando a un look más clásico y no porque esté buscando demostrar pureza o inocencia.

Colección Bridal de Óscar de la Renta – Foto: JP Yim/Getty Images



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