Libertad, expresión y juventud, son las palabras que describen el fenómeno que fue, es y será Mary Quant. Una mujer diseñadora, emprendedora y visionaria, que revolucionó el Londres de la posguerra de los 60’s, generando una ola de expresionismo y contracultura femenina que nos permitió salir de una de las cárceles sociales más asfixiantes: la del vestir. En este artículo, te contamos un poco de su vida, filosofía y poder de determinación.
El nacimiento de una visionaria
Barbara Mary Quant nació en 1930 o 1934 (la fecha exacta aún está en discusión) en Blackheath, Londres. Su infancia estuvo marcada, como la de muchas personas nacidas en los 30’s, por la presión y los traumas de la Segunda Guerra Mundial, donde el progresismo y la represión convivían mano a mano. Mary mostró un interés temprano por la moda y, pese a ser hija de maestros, decidió seguir su pasión y estudiar ilustración en el Goldsmiths College, donde afianzó su decisión de que la moda era su verdadera vocación.
Fue en estos años cuando conoció a su esposo, Alexander Plunket Greene y, a su amigo y socio, Archie McNair. Juntos fundaron y abrieron la primera tienda que dio origen a la leyenda: Bazaar en King’s Road, Chelsea.
Libertad y aperturismo
Desde el principio, Mary Quant tenía una idea clara: quería que las mujeres que veía día a día pasar por su tienda, se sintieran libres. Habiendo crecido en el mundo de la posguerra, donde el conservadurismo y la represión de la identidad femenina ganaban cada día más fuerza, su identidad en el diseño se forjó en la necesidad de comercializar prendas que mostraran la energía y el sentir de la juventud de la Inglaterra de los 60’s. En esta época, empezaron a surgir los Beatles y la contracultura que puso a Londres en los ojos del mundo, haciendo que Mary representará este sentimiento y el “zeitgeist“ de muchas jóvenes ávidas de experimentar el nuevo mundo.
El aperturismo que impuso Mary Quant, le abrió el paso a la libertad en el vestir a las mujeres, inspirando y siendo símbolo de los 60’s en Londres, mejor conocido como Youthquake, término acuñado por Diana Vreeland. También creó su icónico «Look Sixties», que intentaba evocar este aspecto aniñado, con medias a la rodilla, faldas cortas y siluetas amplias que resaltaban la apariencia de las mujeres más delgadas y sin busto.
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Parte de su éxito, se debe a que Quant era una excelente mercadóloga con habilidades para comprender a su cliente y representarlo en su producto, junto a una filosofía de una marca personal que conectaba con los ideales de una década. Su misión y visión eran claras: hacer que las prendas fueran para todo el mundo, lográndolo a través de la democratización de las prendas, creando indumentos y productos accesibles para todos, tanto en precio como en comercialización.
Se dice que Mary Quant es responsable de la popularización de las boutiques modernas y del marketing de moda.
Diseño y creación de la minifalda
Siempre se ha discutido quién fue el «creador» de la minifalda, muchas personas atribuyen esta creación a Mary Quant y otros a André Courrèges. Sin embargo, Mary jugó un papel crucial en su popularización y la llevó a cada rincón con sus siluetas geométricas, colores vivos inspirados en el arte pop y materiales innovadores como el PVC.
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Su estética particular nos transportaba a un mundo de bloques de color, cremalleras, materiales diferenciadores, con una identidad única y toques cubistas. Gracias a su popularidad, decidió ampliar su mercado a los Estados Unidos en 1963, donde sus prendas fueron muy bien recibidas. Posteriormente, creó una línea de maquillaje homónima, demostrando que una marca puede ofrecer más allá de prendas, un universo de posibilidades que reunía a toda una comunidad.
Influencia y legado
Mary Quant es, sin duda alguna, una de las mujeres más influyentes del siglo XX. Su vida, filosofía y capacidad imaginativa, da como resultado un imperio de identidad, creatividad y respuesta a la sociedad sin precedentes, con un gran aporte al campo del diseño y que la llevó a recibir la Orden Del Imperio Británico.
Su visión trascendió generaciones de mujeres y diseñadores, invitándolos a pensar y ver que se puede crear más allá de lo que espera la sociedad.
Finalmente, Heather Tilbury, quien trabajó con Quant, nos deja una frase que describe con precisión y admiración el móvil de una mujer tan influyente: «Ella creía en la integridad, en hacer lo que consideraba correcto y, era obvio para todos nosotros, que alguien con esa fuerza interior podría arrastrarnos a todos con ella». Efectivamente, llevó a toda una generación a conocer lo que era la libertad.
Diseñadora de moda, gestora de moda y redactora.