Desde muy pequeño, el diseñador italiano Alessandro Michele mostró una especial fascinación y sensibilidad por el arte y la historia, influencias que marcarían su trayectoria hasta convertirse en uno de los directores creativos más influyentes de la moda contemporánea. Reconocido mundialmente por su etapa en Gucci, Michele revolucionó la industria con un estilo único que combina vintage, barroco y contemporáneo, dejando una huella imborrable en la historia de la moda italiana e internacional.
Sus comienzos e influencia artística
La sensibilidad artística de Alessandro Michele fue influenciada por sus padres, ya que su padre era un apasionado del arte clásico y su madre estaba vinculada a la industria cinematográfica, transmitiéndole su amor por el cine hollywoodense. Esta dualidad entre lo histórico y lo cinematográfico, lo llevó a formarse en la Accademia Costume & Moda de Roma, donde se especializó en diseño de moda con base en escenografía, elemento que más tarde definiría su característico estilo teatral, simbólico y maximalista.
Michele siempre se ha definido como un “arqueólogo emocional”, donde la moda no es solo vestir cuerpos, sino almas.
De la pasión al estrellato
En 1994, viajó a Bolonia para comenzar su carrera en la firma italiana Les Copains y, tres años después, se unió a la casa Fendi como diseñador de accesorios. Su buen trabajo y colaboración con estas marcas, lo llevaron a ser fichado para Gucci por Tom Ford en 2002 y que en 2011 se convirtiera en el director creativo adjunto de Frida Giannini.
Por esos años, el British Fashion Council también lo premió como Mejor Diseñador Internacional Del Año.
El verdadero éxito de su carrera llegó en 2015, cuando fue nombrado director creativo de Gucci por Marco Bizzarri, tras diseñar una colección masculina en menos de cinco días y que marcaría una nueva era. Bajo su dirección, Gucci se convirtió en una marca icónica para las nuevas generaciones, especialmente para los millennials.
«Destruí todo lo anterior, porque nos hace falta soñar, así que quería mostrar la idea de algo romántico, onírico, como de película» – Alessandro Michele
Uno de los momentos más rememorados fue la colección de otoño-Invierno 2018/2019, donde desdibujó la moda con modelos que llevaban réplicas de sus propias cabezas y criaturas mitológicas. Gracias a su visión andrógina, maximalista, romántica, retro e inclusiva, Gucci resurgió de las cenizas como un ave fénix y se convirtió en una marca que celebra la individualidad, la diversidad y la extravagancia.
Junto a Marco Bizzarri, CEO de Gucci, lograron triplicar las ventas y beneficios de la marca entre 2015 y 2021.
Su sello distintivo: chaos magic y belleza emocional
El rumbo de Gucci cambió tras el impacto de su primer desfile, donde el maximalismo, las mezclas poco convencionales de texturas, estampados, colores intensos y la referencia a distintas épocas fueron protagonistas. Convirtió su filosofía libre, provocadora y cargada de narrativa en un código que los medios bautizaron como “chaos magic”, una estética mágica y disruptiva que abraza la libertad creativa total y que surgió como respuesta al normcore (una tendencia minimalista).
También reinventó elementos icónicos de la marca como el logo de la doble G o el bolso Dionysus y se le atribuye el mérito de popularizar el estilo nerd o geek chic (camisas con lazos, grandes gafas de pasta, sastrería y piezas de punto).
Un Gucci sin etiquetas, diverso, libre y genderless
Su legado no se limita solo a la estética, sino a la manera en que transformó a las marcas de lujo y cómo se relacionan con su audiencia, apostando por una imagen inclusiva, artística y emocional. Defensor de la libertad de expresión, la identidad y la diversidad, Alessandro Michele colaboró con populares artistas queer y de contracultura como Harry Styles, Billie Eilish, Jared Leto y Lana del Rey o con marcas como Adidas, donde conectó el lujo, la cultura pop y las nuevas masculinidades a través de una estética auténtica y disruptiva.
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Michele es conocido por su fama de elegir modelos de distintas edades, culturas (africana, asiática, latina o de antiguas civilizaciones) y géneros, alejándose de la estética clásica europea y su mensaje feminista defendiendo el derecho al aborto en Italia con el eslogan “My Body, My Choice” o el diseño bordado de un útero.
Adiós Gucci y… ¡Hola Valentino!
En noviembre de 2022, se anunció que Michele abandonaba la dirección creativa de Gucci, dejando una huella imborrable tras casi ocho años de colaboración. Fue el fin de una era para empezar otra en primavera de 2024 como director creativo de Valentino, sucediendo a Pierpaolo Piccioli.
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Su desfile debut fue en primavera-verano 2025, donde presentó una estética encantada con guiños psicodélicos de los 60’s y elementos del archivo de Valentino (volantes, encajes, rojo Valentino y siluetas orientalistas), fusionados con su sello de maximalismo narrativo. En la semana de la Haute Couture arrasó con una colección barroca que combinó vestidos inspirados en Marie Antoinette y toques disco de los 70’s, y en la pasada Couture Week, deslumbró con un vestido de estampado arlequín, ecos del siglo XVIII y volantes ochenteros.
Con Valentino como nuevo escenario, Alessandro Michele continúa diseñando su universo fantástico, reafirmando que la moda es siempre una forma de contar historias y construir mundos.
La moda, la escritura, la fotografía y el amor son los pilares de mi expresión personal. Disfruto aprendiendo y explorando cada faceta.
