La minifalda es una prenda tan básica y necesaria que siempre ha sido el centro de conversación cada vez que una mujer la usa, ya sea por valiente, atrevida, hermosa o cualquier adjetivo que se adjudique a que una mujer muestre tanta piel. En este artículo, te contaremos su historia y el motivo por el cual es tan polémica, pese a que ya cumple más de un siglo de existir.
Hace unos años, se decía que el dobladillo de la falda marcaba el precio de la bolsa en el mundo, pues así mismo, la minifalda ha marcado la historia mundial, al ser la prenda que aportó el calificativo de libertadora a la figura femenina, convirtiéndose en un símbolo de liberación sexual y liberación emocional, al reconocerse que una mujer puede lucir lo que desee.
La mujer adquirió la posesión de su cuerpo, cuando las primeras valientes usaron minifalda.
Origen
El origen de la prenda es muy debatido, pero se conoce que las primeras apariciones de este indumento surgieron en los años locos: nuestros queridos 20’s. Las flappers decidieron usar faldas voluminosas, sueltas y muy sugerentes, llegando por debajo de las rodillas y mostrando los tobillos y gran parte de las piernas. Este tipo de faldas, las hicieron ganarse el título de mujeres fáciles, por decirlo de buena forma, mostrando los inicios del movimiento feminista que asedio al mundo en la década de los 60’s.
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Pero la verdadera historia de la minifalda comienza con la década de la rebeldía, la contracultura y la revolución social y cultural: los 60’s. Comercialmente, esta prenda surge en un ambiente político muy tenso, en donde la juventud no creía en el gobierno y, a su vez, eran oprimidos y estaban cansados del sistema cultural represivo. Todo esto llevó a que explotarán ritmos musicales disruptivos, diseñadores “agresivos” y una subcultura que lo único que tenía en mente era no ser como sus padres.
Existen muchos diseñadores que se adjudican la creación de la minifalda, incluyendo a Mary Quant, André Courrèges y John Bates, pero independientemente de quién la haya sacado comercialmente primero, esta prenda ha sido el centro de la cultura juvenil femenina desde la década de los 60’s, demostrando confianza, sensualidad y liberación de la feminidad.
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Personajes que generaron controversia
Desde el inicio, Mary Quant con su tienda Bazaar en King’s Road en Londres, logró conquistar este nuevo grupo de mujeres ávidas de diferenciación. Sus diseños atrevidos y divertidos de la »mini» (llamándola así por su carro favorito el Mini Cooper), llegaron a todos los rincones de Londres, especialmente cuando la supermodelo, actriz y cantante Twiggy, figura del momento, llevó continuamente piezas de Quant, incluyendo las polémicas minifaldas.
Una de las mujeres que se unió al equipo del uso de la minifalda, fue el ángel de la nación: Jacqueline Lee Bouvier, más conocida como Jackie Kennedy, ex esposa del Presidente Kennedy. Jackie se caracterizo toda su vida por ser un ícono de la moda, siempre siguiendo las tendencias y manteniendo la elegancia, pero para su segundo matrimonio, después de la muerte de Kennedy, llevó un vestido muy corto y fue duramente juzgada por la elección de vestuario, ya que se le consideraba la mujer perfecta y que no tenía fallas.
Aún hoy, la cultura de la minifalda recibe bastante atención, buena y mala, desde países que han prohibido su uso por ser una prenda “provocativa”, hasta celebridades recibiendo críticas por mostrar “demasiada piel” o por ser muy “mayores” o demasiado “jóvenes” para usarla. Pero pese a toda polémica, su calificativo de liberadora la ha llevado a ser un esencial en el armario de una mujer, y no importa el momento histórico o la circunstancia, la minifalda no ha dejado de ser usada en la historia, teniendo un poder liberador y emocionante que empodera y que continuara por muchos años más.
Diseñadora de moda, gestora de moda y redactora.